LAS BORDADORAS DEL CAMPEÓN

Puede verlo en el Semanario del Noroeste

Morety 2012. // Si hay una figura importante que a la vez es un pilar imprescindible del enjaezamiento de los Cballos del Vino ese es el bordado, este lo realizan habitualmente las mujeres aunque también hay hombres habilidosos. Para esto hay que ser un enamorado del trabajo, hay que ser paciente,  ser a la vez excepcionalmente creativo y presto ha trabajar sin reloj, ya que el bordado de las ropas de un caballo del vino lleva más de cinco mil horas para verlo culminado.

Ellas pasan más de seis meses entre un sinfín de hilos de seda, donde el arco iris se siente pequeño, hilos que tomarán  forma dentro de los viejos aros o pasando por la aguja de una antigua maquina de bordar con la marca desgastada, aunque apreciable Alfa que funciona pedaleada a pedaleada, para que luego las delicadas y habilidosas manos de artesanas mujeres plasmen los detalles, en pequeños trocitos que miden no más de tres a cuatro milímetros, con hilo de los más exquisitos oros y platas o, los de seda de más calidad, dando paso a la creación de las más bellas obras de arte que son los bordados de los Caballos del Vino, bordado que ha ido evolucionando con los años, de ello son testigo las mujeres con quien nos citamos para hablar de esas labores, ellas son las bordadoras de la Peña Campeón, algunas cerca de los cuarenta años ejerciendo esta tarea. Normalmente son cinco, las hermanas Maruja y Maricruz Ortiz, Mavi Cabeza, Maravillas López y María Sánchez, aunque este año han sido cuatro ya que por circunstancias Maravillas López no ha podido estar con sus compañeras. Decir que durante la entrevista hubo momentos emotivos, sobre todo cuando hicimos referencia a lo que se siente al obtener el Primer Premio de Enjaezamiento, donde todas se emocionaron, incluso llegando a brotar las lagrimas solo de pensar que, tras quince años de trabajo, han obtenido tan satisfactoria recompensa.

¿Como aprendieron este noble arte?

Algunas teníamos conocimientos de bordado a maquina tradicional (maquina de pie), ya que comenzaron con la Peña Solterón, otras bordábamos juegos de cama, colchas para novias, pero en nada tenía que ver con el poner el canutillo de oro y el resto de menesteres. Aunque estos conocimientos que teníamos sí fueron una base para bordar la seda, el aprendizaje ha sido año tras año.

¿La evolución en el bordado  y el diseño?

Los bordados han sido siempre igual, lo que sí ha evolucionado han sido los materiales con los que se trabaja, que se han ido adaptando a las necesidades y adquiriendo calidad, pero el bordado depende de la habilidad y destreza de cada persona. Sí hay que decir que lo que más ha dado realce a la hora de bordar son los transfer (transfer, papel adhesivo para bordados que permite convertir en parches adhesivos cualquier foto o dibujo para así aplicarlo fácilmente sobre una prenda textil), quedando así plasmado en la tela de bordado todos los detalles. Antes se pasaba el diseño a tela con papel de calco, donde era imposible definir caras, perfiles, monumentos… Decir que es esencial el diseño, ya que cuando se plasma un diseño pobre se realiza mucho esfuerzo para poco resultado y termina siendo poco gratificante, y cuando el diseño es bueno se ven rápidamente los resultados, motivándonos día a día y haciendo que nosotras mismas nos superemos.

Ha sido un año fantástico a la hora de bordar ya que las caras y motivos eran de mayor tamaño que en años anteriores y es ahí donde se puede una lucir, ya que cuando más pequeños son los motivos son más difícil bordarlos y a la vez tienen menor definición, como sucedió el año anterior que fue el manto que más horas de bordado llevó pero las caras y motivos eran muy reducidos.

¿Es rentable?

No, esto tiene que gustar. Piensa que el trabajo de este año ha llevado más de cinco mil horas, más de dos mil quinientas horas de bordado a mano y otro tanto a máquina para la seda. En comparación con un taller de reparación normal, que puede oscilar entre los veinte y cinco euros la hora serían unos ciento veinticinco mil euros, si lo comparásemos con trabajos especializados el precio de la hora podría triplicarse, pero este no se asemeja en nada, ya que lo que prima es el que te guste.

¿Qué os lleva a seguir con este trabajo año tras año?

La ilusión de hacerlo y que nos gusta el ver un trabajo bien hecho. Son un conjunto de sensaciones que se acumulan y de satisfacciones unidas que te llevan a seguir dando puntada tras puntada. A la vez es como una vía de escape de lo cotidiano, de las labores de tu casa, de los problemas que surgen, es un modo de expansión que es precioso cuando te apasiona y te hace disfrutar, aunque también hay ocasiones que el trabajo que tienes que realizar no es de tu agrado y este es duro de realizar.

¿Cómo surge la idea de que quien borde el manto sea componente de la Peña?

Desde los orígenes de la creación de la Peña en el año 1982. Ya nació con esa idea y norma que ha perdurado hasta el día de hoy, bordándose siempre en Caravaca y por las propias componentes de la Peña, no habiéndose sacado nada nunca al exterior.

¿Qué se siente al recibir el primer premio?

Uf…, algunas ya no recordaban lo que era obtener un primer premio tras quince años de sequía. Lo hemos vivido como si fuera un sueño, no te lo terminas de creer, pierdes la noción de donde estás, te quedas como en una nube, un cosquilleo por dentro que a la vez produce desasosiego por tanta dicha. Pesar en los componentes más jóvenes, que llevan años y años sacrificados por conseguir este premio y que esta meta la habíamos alcanzado, todo eran abrazos, lagrimas, alegrías, saltos, risas, lloros y caras llenas de satisfacción.