Morety./ Quien lo diría, lo que comenzó hace ocho años con la traída a Caravaca de un Mercadillo Medieval, en el que todos pudimos rememorar los años de la España Medieval , desde las faldas del Castillo hasta el mismo, se ha convertido en la presente edición, aunque ya instituido como Mercado Medieval, en una masiva asistencia de personas que se han dado cita en Caravaca de la Cruz para disfrutar de los artesanos que, venidos desde todos los rincones de la geografía española, mostraron y pusieron a la venta toda clase de artículos. No faltaron los talleres de artesanía acompañados de demostraciones como: tallado de la piedra, la forja, el esparto, bisutería, cuero, trabajos en piel… oficios que muchos de ellos ya están prácticamente extinguidos y que solo un reducido grupo de personas aun lo mantienen, prueba de ello fue la escenificación de los trabajos de la trilla tradicional. Más de doscientos expositores permanecieron durante estos tres días en la ciudad de la Cruz , y cada uno aportó su peculiaridad, desde los panes y dulces tradicionales, embutidos y multitud de manjares, hasta los más ingeniosos adornos hechos con inimaginables materiales, perfumes, esencias, adornos, trabajos en madera….Todo estuvo enmarcado en el mejor de los escenarios, en las calles del casco antiguo de Caravaca, que una vez más fueron testigos de cómo los niños disfrutaron a lo grande, con cosas sencillas pero que abren su imaginación, donde se sientes nómadas, reyes y grandes personajes, paseos en camellos y burros, sonidos de gaiteros y percusiones, no faltaron zancudos, malabaristas y las hábiles manos de los papirofléxicos. Caras de niños sorprendidas al ver los vuelos de los halcones, de las águilas o al conocer, tan de cerca, al mismísimo lince, las ocas por las calles y las caras de todos ellos pintadas de los talleres de maquillaje, juegos y más juegos que culminaban dando unas vueltas en el tiovivo.
El colofón final del Mercado de este año lo puso el Espectáculo Medieval celebrado en la Plaza de Toros, donde se representó “La Historia de España contada a Caballo”, teniendo también protagonismo la leyenda de los Caballos del Vino. Una primera parte con cuadrigas, bailarinas, acrobacias a caballo y jinetes, y como broche final del espectáculo el Torneo Medieval, demostración de grandes cualidades como jinetes y sus distintas habilidades con diferentes armas: lanzas, espadas, etc. Gran afluencia de público que llenó el tendido de la Plaza de Caravaca y que por poco cuelga el cartel de no hay billetes.
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