martes, 27 de marzo de 2012

BIO CHOCOLATA. Sábado 31 y domingo 1 en Plaza Maxima


Como nos dice la ciencia y la experiencia el chocolate, ese manjar de dioses prehispánicos, es antidepresivo, afrodisiaco y crea adicción. A Chocolata le pasa lo mismo que a su nombre artístico. 

Carmela “La Chocolata” y Rubens Silva inician su camino el año 2002 en Granada.  Además de pasar por tablaos con el flamenco más tradicional, colaboran con otros músicos y bandas, participan en otros proyectos como en la Compañía de Teatro Sevillana “Búho y Maravillas”, y van fraguando su estilo personal con el grupo “Los Buleros”. Experimentan con su flamenco natal y la música latinoamericana dando como fruto “Cruzando el Charco”, donde participaron numerosos músicos del panorama flamenco-jazz granadino y sevillano, y presentaron durante años esta propuesta por escenarios de España, Alemania, Italia, Portugal, Irlanda...
En 2009 cambian su nombre por “Chocolata” y fijan a Cuni Mantilla al contrabajo como componente de la banda, dando como resultado la grabación en directo de su primer disco, un trabajo donde encontramos temas originales y adaptaciones de musicas del mundo. Producido por Pive Amador y Manuel Imán a los mandos técnicos, sirve de lanzamiento a este trío que filtra, cuela y hace suya todas las variantes que existen de la pasión y la música. Esta formación básica, tan propia del jazz, les basta para haber creado un estilo mestizo y propio, un cóctel original con tres ingredientes principales: flamenco, jazz, y el abanico de la música latinoamericana desde la ranchera al danzón, mezcladas tan bien que parece que han ido siempre juntas (¿será porque el chocolate vino de América?).

Chocolata es sobre todo sensibilidad a flor de piel, sus canciones tienen en la letra, en la música una poesía terrenal como una fruta, con sabor, color, aroma, hechura. Chocolata es sentimiento y medida, genio y gusto. Proponen un directo fresco y alegre, ante todo una experiencia musical de la cual es imposible salir airoso. “Chocolata” es un arcoiris de sonidos ancestrales que bailan al compás de Jerez, un hermanamiento de culturas, la energía del flamenco, la frescura de Latino América, el swing de los negros, la pasión de la copla...es el lamento de la tierra y sobre todo la alegría de la vida.

Su primer disco grabado en estudio, "De un suspiro" (BMG), se lanzó el pasado mes de abril. Éste contiene además percusión, palmas, vientos y cuentan con colaboraciones de lujo entre otras la de Manuel Imán en una alegre versión de "El cordón de mi corpiño". También aparece Andrea Echeverri de Aterciopelados en un soneto del poeta argentino Francisco Luis Bernárdez, cantado a son de ranchera llamado “Soneto”. Este disco es una buena noticia para los amantes de la música, para las personas sensibles y para todo el que quiera enamorarse, porque Chocolata enamora, te hace sentir vivo, te inspira ganas de soñar y de sentir.
Chocolata ha logrado una difícil conjunción, una singular alquimia musical que no permite encasillarles en ningún género porque les otorga un estilo inconfundible. Hacen lo que los cantautores porque versionan poemas y la poesía forma parte de su música, son claramente flamencos, basta oírlos y verla, pero al tiempo no desentonarían lo más mínimo en cualquier club de jazz de Nueva Orleans o Nueva York. Los presentarían como jazz latino, y desde luego serían y serán mirados como algo propio en cualquier ciudad latinoamericana, como hemos dicho el chocolate vino de América.

No hay comentarios:

VER TODO LA INFORMACIÓN