ENRIQUE SOLER La Gran Vía , convertida en el ´festódromo´ caravaqueño, fue ayer el esplendoroso escenario de la Gran Parada-Desfile de los Bandos Cristiano, Moro y Caballos del Vino. Casi 3.000 festeros, acompañados por más de 40 bandas de música, pusieron el colorido broche final de las fiestas en honor a la Vera Cruz.
El cortejo lo abrió el Bando de los Caballos del Vino, con sus dos amazonas, Laura Pérez y Nuria Castillo, vestidas con sus atuendos de lujo y una carroza exhibiendo los mantos de las peñas que se alzaron con el primer premio de enjaezamiento. Seguidamente hicieron su entrada las huestes agarenas, con sus sultanes David Re y Myriam Agudo y los príncipes de Al-Ándalus, Carlos Fernández y Rocío Sáez. El desfile lo cerró el Bando Cristiano, liderado por sus reyes, Salvador Campoy y Miriam Castillo, acompañados por los Infantes de Castilla Pedro Antonio Ruiz y María Teresa Sánchez.
Hoy, a partir de las seis de la tarde, la Cruz iniciará su camino de vuelta a casa.
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