jueves, 23 de febrero de 2012

ENTREVISTA AL CARAVAQUEÑO LUIS LEANTE

Luis Leante: "Ganar premios literarios en España es fácil"
Fátima Uríbarri. Intereconomia.com/ En ‘Cárceles imaginarias’ relaciona los pasos de un viudo deprimido y el atentado anarquista del Corpus de 1896. "Mis novelas tienen varias tramas, como la vida".

Luis Leante (Caravaca de la Cruz, Murcia, 1963) es de los pocos autores españoles que cultivan la novela española contemporánea. Y no le ha ido mal: entre otros ha merecido el Premio Alfaguara, con Mira si yo te querré. Ahora, en Cárceles imaginarias (Alfaguara), sin embargo, entrevera una trama histórica.

-¿Cuáles son las cárceles imaginarias?
-Las que el ser humano hace a su alrededor y le impiden ser libre.

-¿Nos las construimos nosotros?
-Sí, somos víctimas de nosotros mismos, nos imponemos tramas y tabúes.

-¿A qué tipo de trabas se refiere?
-Cada cual se pone las suyas; pueden ser prejuicios, frenos, impedimentos que nos inventamos. Puede ser el trabajo, nuestra personalidad, nuestra falta de empatía...

-¿Cuáles son las de los protagonistas de su novela?
-La de Matías Ferré es su pasado: la muerte de su mujer le sume en una profunda depresión, en un lamento constante de lo que ha perdido y eso le impide vivir y disfrutar de lo que tiene delante. Y la cárcel imaginaria de Ezequiel es su entorno social, su familia, es una prisión de la que se libera con los movimientos anarquistas.

-¿Por qué usted siempre escribe varias tramas?
-Casi nunca cuento una sola línea argumental porque en la vida vivimos varias tramas a la vez: tu trabajo, tu familia, tus amigos, tus cárceles imaginarias...

-¿Por qué ha elegido escribir sobre el atentado anarquista del Corpus de 1896 en Barcelona?
-Porque fue un acontecimiento muy importante que todavía sigue siendo un enigma. Supuso una represión brutal. Hubo detenciones encarcelamientos, ejecuciones... Y ninguno de los detenidos tuvo nada que ver con el atentado. De hecho, todavía hoy ni se sabe quién lo cometió. Y aquella represión brutal produjo una protesta internacional unánime, que provocó una amnistía.

-Es un hecho histórico impactante.
-Y además no hubo justificación a la reacción de las autoridades: fue desmesurada, un despropósito que tuvo consecuencias, a Cánovas del Castillo lo mataron como venganza de aquellos procesos.

-¿Por qué el anarquismo es tan literario?
-El anarquismo tiene varias caras, una es la intelectual, otra la violenta. Y tiene un halo romántico, supongo que porque ha desaparecido.

-¿Guarda sus libretas negras en las que apunta los gérmenes de sus novelas?
-Las conservo todas, desde que tengo 16 años. Están archivadas. Son como diarios sin pretenderlo. Creo que son cosas para trascender, pero se van quedando ahí, no las vuelvo a leer.

-¿Las destruiría?
-No, sería como destruir la memoria, y esa es una de mis preocupaciones. Tengo miedo a la pérdida de la memoria, a olvidar de dónde vengo y quién soy.

-¿De dónde viene y quién es?
-Soy el hijo de un droguero de Caravaca de la Cruz; soy el hijo de Juanita, la hija del carpintero, y mi calle, la calle mayor de mi pueblo, es mi patria.

-¿La literatura le sirve para no olvidar?
-Sí, pero no es esa su finalidad: la utilizo para sacar fuera cosas que llevo dentro, que me inquietan, experiencias que me queman.

-¿Hay algo de esas experiencias en ‘Cárceles imaginarias’?
-Hay vivencias, pensamientos, reacciones, ideas... Recordar y el azar son el motor de nuestras vidas.

-Ha ganado 17 premios, desvélenos el truco.
-He ganado más de 17, y el único truco es presentarse. Es puro azar también. No es tan difícil porque en España se convocan más de 3.000 premios al año.

-Eso no significa que sea fácil ganarlos.
-Hay autores que han ganado cientos de premios literarios y no les conoce nadie. Yo me presenté al primero a los 16 años y lo hice para poder publicar, era la única manera. Y aun así muchos no se han publicado, durante años ganaba dinero con los premios, pero no publicaba.

-Ha cambiado mucho de género y es de los pocos que ambienta sus novelas en el presente.
-Escribo sobre lo que me llama la atención, si surge una historia policiaca o medieval, la escribiría.
-Usted dijo que no quería ser escritor profesional.
-Porque no podía serlo, ahora lo soy porque puedo escribir y pagar las facturas.

-Todos nos alimentamos de ficción, pero no todos la inventamos.
-Cierto, hay un porcentaje pequeño de escritores respecto al de lectores. Creo que cuando la ficción es importante en tu vida acabas necesitando inventarla: quieres escribir la novela que quisieras leer. Pero yo he disfrutado mucho más como lector que como escritor. El estado ideal es el de lector.

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