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| Foto Morety |
La Verdad./ Cuando encuentre un hueco para dejar el coche, en la entrada a Barranda, no tendrá más que ir avanzando para toparse con las hasta doce cuadrillas, pandas y rondas que pondrán ritmo a la jornada. Desde Málaga, Albacete, Castellón, Lorca, Moratalla, Aledo, Murcia, Águilas..., y, por supuesto, los Aguilanderos de Barranda llegan los músicos, cantantes y troveros que el domingo, a partir de las 12 horas, se distribuirán a lo largo y ancho de la pedanía caravaqueña, arropados por miles de vecinos y visitantes, y animados por parejas de todas las edades que van saltando a bailar frente a las cuadrillas.
Eso será después de la tradicional misa cantada por la Hermandad de Ánimas de Caravaca y tras el merecido homenaje al músico y cantante de La Encarnación Alfonso Botía 'El Minchel'. El mediodía llegará entre jotas, malagueñas, pardicas o animeras, momento en que las cuadrillas reponen fuerzas a base de las viandas preparadas por los vecinos en el salón social. Por la tarde, la fiesta continúa con los 'choques' de cuadrillas, simuladas e incruentas batallas en las que el ingenio, la agilidad mental y la habilidad en verso de los que llevan la voz cantante, así como la maestría a la hora de tocar los instrumentos, son las únicas armas que se esgrimen. Cuando cae la tarde y el frío aprieta, la fiesta se traslada al salón social hasta que el cuerpo aguante.
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